El zinc es una sustancia mineral clave que reporta beneficios en el cabello, a pesar de tratarse de un micronutriente. Esto quiere decir que la cantidad necesaria diaria para el cuerpo humano es muy pequeña, pero fundamental.
Si bien la deficiencia del material es infrecuente como desnutrición, lo cierto es que pueden presentarse pérdidas o malas absorciones que repercutan en el crecimiento de las faneras: uñas y pelo. El zinc es un componente clave de varias reacciones metabólicas que implican enzimas, por lo que influye en las distintas etapas de crecimiento del cabello.
En términos generales, la mejor fuente natural de zinc es la proteína animal. Aquí tenemos agrupadas a las diferentes carnes. Pero también se lo puede conseguir a partir de legumbres y frutos secos, aunque en menor medida, por lo que si se sigue una dieta vegetariana, quizás sea necesario un suplemento para alcanzar la dosis recomendada.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando falta zinc?
La deficiencia de zinc trae consecuencias en diferentes niveles del organismo. Aunque la caída del cabello pueda ser uno de los signos más notorios, en realidad estamos ante un trastorno dérmico.
Los beneficios del zinc para el cabello son, en realidad, provechosos para todas las faneras de la piel y para la epidermis. Entonces, cuando el mineral escasea o no se absorbe como se debiese, el pelo se debilita, así como las uñas. A la par, las capas dérmicas alteran su proceso de recambio y se manifiestan síntomas de eccema.
Los sentidos no escapan al problema. El gusto, el olfato y hasta la visión son parte de los afectados por la carencia del mineral. La disgeusia, que es la alteración del gusto, es uno de los paradigmas de la indicación de zinc, ya que muchas veces se prescriben suplementos para tratar trastornos que no dependen en exclusiva de una falencia, sino que provienen de alteraciones neurológicas.
Como bien dijimos antes, las causas generales por las cuales una persona puede no tener niveles adecuados son dos:
- Mala absorción: enfermedades del intestino o de la mucosa gástrica afectan el ingreso de nutrientes al torrente sanguíneo. La celiaquía, por ejemplo, disminuye la capacidad de la superficie interna intestinal para actuar de manera enzimática sobre los alimentos.
- Restricción en el ingreso: las dietas vegetarianas, al carecer de proteínas animales, no tienen zinc en cantidades adecuadas. Cuando el hábito vegano se prolonga en el tiempo y no hay otro aporte, el cuerpo no tiene de dónde obtenerlo.
¿Cómo beneficia el zinc al cabello?
Los beneficios del zinc para el cabello tienen varias aristas de acción. El mineral no solo actúa en un único mecanismo fisiológico, sino que tiene incidencia en varias funciones internas, desde la genética hasta lo hormonal.
El pelo crece desde una estructura anatómica denominada folículo piloso. A partir del mismo, atraviesa una serie de fases que lo hacen aumentar de tamaño hasta su maduración total, cuando abandona el crecimiento para terminar cayendo.
Todas las etapas requieren que, al inicio, las proteínas del folículo sean vitales y robustas. Para ello, el zinc desempeña un rol estructural, contribuyendo a los procesos enzimáticos por los cuales se inicia la fase anágena del cabello, o sea, el crecimiento sostenido para llegar a la maduración.
El otro punto de acción es el ADN celular. El folículo piloso, al basarse en la replicación de las células, debe multiplicar su información genética para crear nuevas estructuras que alimenten la extensión del cabello. Sin el zinc, el ácido desoxirribonucleico no puede proseguir su tarea de réplica.
Finalmente, el tercer plano donde interviene el zinc es el hormonal. En este punto, diversas investigaciones han vinculado al mineral con el encanecimiento y el envejecimiento del cuero cabelludo. La sustancia influye en las enzimas que fabrican hormonas y en los receptores que reciben la información de los relojes biológicos, lo que podría acelerar o enlentecer la aparición de las canas.
De este modo, queda claro que los beneficios del zinc para el cabello son fisiológicos. Se trata de un micronutriente que cumple funciones naturales, por lo que su deficiencia repercute negativamente en el pelo. Como veremos a continuación, las investigaciones que se realizaron para demostrar la relación entre alopecia y zinc corroboran esto.
Investigaciones sobre el beneficio del zinc para el cabello
Cuando se han realizado mediciones de los niveles de zinc sanguíneos en personas con alopecia, se ha constatado que tienden a tener valores más bajos que el resto de la población. Esto fue claro, sobre todo, en la variedad areata, que es una pérdida de cabello mediada por el sistema inmune, el cual ataca el folículo piloso.
En el mismo sentido y asumiendo el rol del mineral en la inmunidad, se evaluaron las respuestas al uso artificial del zinc por largos períodos en personas con calvicie. En general, la mejoría del cuero cabelludo fue notoria tras, por lo menos, 3 semanas de uso artificial del micronutriente.
Es muy importante que la evaluación de las personas que podrían beneficiarse del suplemento incluya la medición de otras sustancias que intervienen, de igual manera, en el crecimiento del folículo piloso. La biotina, por ejemplo, es una vitamina que resulta primordial para el cabello, por lo que su deficiencia retrasa el efecto del zinc si no se la considera.
¿Se deben tomar suplementos de zinc para los problemas de cabello?
Los beneficios del zinc para el cabello han sido demostrados por la ciencia. El mineral puede obtenerse de una dieta variada, pero algunos factores pueden alterar su absorción, por lo que en esos casos serán necesarios suplementos para alcanzar las concentraciones sanguíneas adecuadas.
No siempre el uso de un suplemento de zinc traerá beneficios para el cabello. Depende del grado de alopecia, el encanecimiento y la carencia o no de otros nutrientes, como la biotina. De todas maneras, es una opción válida que puede emplearse combinada en complejos vitamínicos más generales.
Lo más provechoso, si se deciden consumir suplementos de zinc para el pelo, es que los mismos incluyan vitamina A y vitamina C, así como vitamina H. Si esto se puede complementar con un equilibrio de carnes proteicas en la dieta habitual, entonces se ayudará en gran manera a que el folículo piloso cumpla sus etapas de crecimiento naturales.