Los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados pueden ser variados, pero hay algunos que son más frecuentes que otros por sus probados beneficios para la salud. Estos preparados cobran cada vez más auge y las personas consultan las modalidades de aplicación de acuerdo a sus necesidades puntuales.
Y es que el cóctel de vitaminas, minerales y oligoelementos se puede desarrollar de una forma muy individualizada. Ante la consulta de un paciente, los profesionales caracterizan las patologías presentes, el estado general de salud, el grado de envejecimiento, la presencia o no de tóxicos y otras muchas cualidades que determinan el preparado final que se inyectará.
Tanto en un sentido antioxidante como de rejuvenecimiento, así como para resultar adyuvantes en los tratamientos médicos de cuadros clínicos, los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados se diluyen en una solución salina estéril. Luego se insertan en el organismo a través de una vena.
El medio de dilución para los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados
Para diluir los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados y poder inyectarlos se emplea solución salina. Esto no es más que una mezcla de agua con sal o cloruro de sodio. Tiene una concentración específica que replica las condiciones internas del organismo, por lo que su prescripción no genera riesgos.
Es más, se trata de la misma solución que los hospitales y clínicas utilizan para la hidratación de los pacientes internados. Su composición permite la dilución correcta de otras sustancias, de manera que se mejore la distribución en la sangre.
Uno de los objetivos de la terapia vitamínica intravenosa es aumentar la absorción de los nutrientes y antioxidantes. De esta manera, las células cuentan con disponibilidad de sustancias benéficas en mayor medida que si se ingiriesen por vía oral.
Al mismo tiempo, la solución salina entrega agua, aunque parezca redundante. Esto es hidratación directa en el sistema circulatorio, lo que sostiene el funcionamiento cardiovascular, incrementa la turgencia de la piel y redistribuye las hormonas en los tejidos.
Uno de los ingredientes clave en los sueros intravenosos vitaminados: el complejo B
Las vitaminas del complejo B son un conjunto de nutrientes que se agrupan por sus características similares. Tienen nombres propios, pero se las conoce de forma popular por su numeración. Así tenemos, por ejemplo, la vitamina B1, la B2, la B7 y la B12, entre otras.
Los puntos de acción del complejo son variados. Al tratarse de un conjunto, diversos sistemas del cuerpo se benefician de su presencia. Se han demostrado los efectos protectores cardiovasculares, la capacidad de mejora en la transmisión nerviosa y el estímulo que proporcionan a la piel y a la faneras.
Una parte de estas vitaminas se recetan en cuadros clínicos bajo la presentación de suplementos (pastillas o comprimidos). Al ser uno de los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados, el complejo B tiene disponibilidad inmediata en los tejidos cuando se inyecta en las venas.
La biotina o vitamina B7 es una de las que más se ha estudiado científicamente para establecer sus efectos corporales. Ha sido, desde la década de 1980, una parte habitual en los preparados de belleza para el cutis y el cabello. Pero no está solo en el rejuvenecimiento su potencia. Este nutriente promueve el metabolismo de los carbohidratos.
Aunque se haya difundido con más ahínco el uso en términos de cuidado de la piel, la biotina también participa en la transmisión nerviosa entre neuronas. Por ello, una deficiencia es capaz de generar síntomas neurológicos, como falta de coordinación o lentitud de pensamiento.
Finalmente, dentro del complejo B, la B12 o cianocobalamina es la otra estrella. Su presencia como ingrediente de los sueros intravenosos vitaminados se justifica en el efecto neuroprotector, para mejorar la memoria y prevenir cuadros de deterioro cognitivo. También el ADN necesita de la sustancia para sintetizarse y replicarse manera correcta.
El glutatión en la terapia antienvejecimiento
El glutatión es conocido como el antioxidante más potente. El cuerpo dispone de la sustancia de manera natural, sintetizada en el hígado a partir de 3 aminoácidos. Lo que se pretende con su inclusión externa es facilitar la disponibilidad para que las células lo aprovechen.
¿Y cómo lo hacen? En primera instancia, como bloqueante de los radicales libres. Estos son compuestos que se generan por el metabolismo normal, como desechos. Su acumulación estaría detrás del desarrollo de patologías crónicas, complejas y malignas, ya que favorecerían las mutaciones en el ADN.
Se propone que el aumento en la concentración de glutatión bloquee gran parte de los radicales libres y las células posean menos desechos en medio de su metabolismo. Eso evitaría mutaciones y enlentecería el envejecimiento propio de los tejidos.
Por otra parte, su inclusión como ingrediente de los sueros intravenosos vitaminados se plantea en casos de atletas con fatiga o agotamiento muscular. Al hacer más eficiente el uso del oxígeno dentro de las fibras, los deportistas se verían beneficiados por un mayor progreso en sus entrenamientos y un aumento de la energía para realizar las tareas propias del ejercicio.
Las dosis y megadosis de vitamina C
El ácido ascórbico es uno de los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados que tiene mayor volumen de investigaciones que lo respaldan. Desde hace décadas se plantea su uso en dosis elevadas para el abordaje de enfermedades complejas, como el cáncer.
En términos de rejuvenecimiento y belleza, la vitamina C propicia la síntesis de colágeno. Esta proteína es la que asegura la turgencia de la piel y la que se encuentra detrás de las arrugas cuando se deteriora o degenera. Del mismo modo, hay colágeno en las articulaciones, por lo que la movilidad podría incrementarse cuando hay patologías que las afectan, como la artrosis.
El sistema respiratorio es otro de los beneficiados con la vitamina C. Estudios científicos han determinado que este nutriente disminuye la duración de los episodios de infecciones altas de las vías nasales, como el resfrío.
Respecto a las megadosis, se denomina así a la inyección de altas cantidades de una sustancia en poco tiempo. Para el caso que estamos analizando, la vitamina C podría estimular el sistema inmune y reducir las mutaciones que llevan a una replicación descontrolada de las células. Por eso se plantea su prescripción en el marco adyuvante de terapias oncológicas.
El magnesio es uno de los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados
El cuerpo necesita magnesio siempre para su metabolismo. Una de sus funciones primordiales es catalizar las reacciones enzimáticas, es decir, acelerar y promover modificaciones químicas esenciales de las células. En este sentido, comparte algunas propiedades con el zinc.
El sistema inmune, el cardiovascular, el nervioso, el óseo y el muscular requieren magnesio. Por ello es uno de los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados. Así como sucede con el glutatión, los atletas se ven beneficiados al reducirse el agotamiento posterior a las largas sesiones de entrenamiento.
NAD+ y sirtuinas
Otro de los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados es el NAD+. Esta sigla hace referencia al dinucleótido de nicotinamida adenina. Esta sustancia participa en las reacciones enzimáticas como catalizadora, en específico en las que involucran la producción de ATP, el combustible celular.
Por ello, indirectamente, el NAD+ es vital, puesto que permite que exista energía para los tejidos. Sin ATP no podríamos caminar, correr, desplazarnos, pensar ni respirar. En definitiva, no podríamos existir.
La inyección intravenosa aporta cantidades mayores de la coenzima para que los metabolismos tengan sustratos de producción de energía. Esto resulta importante en el contexto del envejecimiento, ya que el paso de los años reduce los depósitos energéticos. Lo mismo sucede con los hábitos tóxicos que causan acciones deletéreas, como el alcoholismo.
También el cáncer y las patologías neurodegenerativas se vinculan a la falta de NAD+. El déficit energético favorece las mutaciones del ADN y la replicación de células malignas.
Por esto último, la ciencia estudió la relación entre el NAD+ y las sirtuinas, que son enzimas dependientes del dinucleótido de nicotinamida adenina. Tienen la capacidad de activar o desactivar genes. Si ciertas secciones cromosómicas se activan en demasía, el resultado puede ser una tumoración. Por ello, se propone que el NAD+ ayudaría a las sirtuinas a controlar las mutaciones.
Los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados son personalizados
Cuando se efectúa una consulta para determinar el tratamiento, los profesionales eligen los ingredientes de los sueros intravenosos vitaminados de acuerdo a las condiciones del paciente. Esto denota la individualidad del abordaje y las ventajas de las terapias personalizadas.
El principio general que se respeta es la inyección de sustancias de manera intravenosa para que estén disponibles en mayor medida a nivel celular. Lo que se pretende es el incremento de la eficiencia metabólica y el estímulo de los procesos naturales de regeneración celular y antienvejecimiento para prevenir patologías crónicas graves.
