Usar melatonina para dormir es habitual en varios países, debido a que en muchos Estados su venta se encuentra catalogada como libre. Esto quiere decir que una persona puede adquirir un medicamento con el compuesto sin necesidad de que medie una receta profesional.
Sin embargo, a pesar de la posibilidad de adquirirla con cierta libertad, se han generado disputas y controversias sobre su seguridad, sobre todo en la infancia. Del mismo modo, se plantean opiniones cruzadas sobre la forma de emplearla para sacarle el máximo beneficio sin caer en sus efectos adversos.
¿Qué es la melatonina?
La melatonina se usa para dormir porque es una hormona natural que existe en el cuerpo humano sin necesidad de que medie un aporte artificial de la misma. No solo entre nosotros está, sino que también plantas y animales disponen del compuesto.
Se fabrica en la glándula pineal del encéfalo, la que tiene funciones muy importantes vinculadas al reloj biológico y a la cronobiología. Es decir, participa en los ritmos circadianos y en la interpretación de la luz.
Este órgano aumenta los niveles sanguíneos de la hormona cuando detecta más presencia de oscuridad en el ambiente. De esta manera, le indica al resto del cuerpo y, en particular al cerebro, que es momento del descanso. De allí se deriva su importancia clave para el sostenimiento de las funciones del sistema nervioso central que deben concretarse cuando se duerme.
En sentido contrario, la presencia de luz en el ambiente, ya sea natural o artificial, es un estimulante para que la glándula pineal reduzca la producción de melatonina. Entonces, ante la baja de la señal hormonal, el cerebro interpreta que es momento de despertar y activarse, acelerando la circulación de otras sustancias, como el cortisol.
¿La melatonina solo sirve para dormir?
El uso de la melatonina para dormir, de manera artificial, ha llevado a investigar otras aplicaciones del compuesto. Al poder sintetizarse para medicamentos, surgió la inquietud de combinarla con drogas que tuviesen acción en el sistema nervioso. Se planteó su prescripción en la migraña, las cefaleas de difícil abordaje y hasta las convulsiones.
De todas maneras, hay situaciones que no cuentan con el aval suficiente para su indicación. Por eso es importante, aunque se trata de un medicamento de venta libre, que el asesoramiento profesional esté presente para guiar su utilización.
Por el momento, sabemos mediante estudios científicos que la melatonina mejora el sueño induciendo un mejor descanso en situaciones que lo dificultan. Aquí podemos mencionar a las personas con ceguera, quienes no pueden fabricar la hormona de manera adecuada porque les falta el estímulo lumínico.
También sería útil en el jet lag. Esto implica que una persona se traslada de manera rápida entre franjas horarias diferentes y no puede conciliar el sueño porque ve alterada su cronobiología al partir desde un país de noche, por ejemplo, y arribar a otro también de noche.
Entre las cefaleas, la que ha demostrado mejoría con el uso de melatonina fue la variedad en racimos o clúster. Del mismo modo, entre quienes están abandonando el hábito del tabaco se registra una disminución de los dolores de cabeza como síntoma adverso de la abstinencia.
Por supuesto, la melatonina sirve en esencia para dormir, por lo que los insomnios, en casi todas sus presentaciones, pueden verse contrarrestados por el medicamento. Una situación especial es la de aquellas personas que toman benzodiacepinas para dormir, pero deben dejarlas por la adicción que les generan, por lo que rotan a la melatonina.
¿Cómo usar la melatonina para dormir?
Al utilizar la melatonina para dormir hay que considerar que las dosis indicadas por los médicos suelen oscilar entre 1 y 5 miligramos a la noche. Esto varía con la edad, pues si la indicación es para un niño pequeño no se superarán los 3 miligramos diarios. Los adolescentes, en cambio, ya pueden emplear la cantidad de los adultos.
La pastilla debe tomarse unos 30 minutos antes del horario programado para dormir. Por ello es importante que el paciente regularice sus momentos de sueño y que fije un esquema rutinario para ir a la cama. De esta manera, podrá tomar la melatonina siempre igual.
Aunque es habitual emplearla por largos períodos, sobre todo entre personas que la adquieren de manera libre en las farmacias, las guías médicas de empleo sugieren no exceder el mes de tratamiento. Es decir, tras 4 semanas de uso se debería suspender. Tanto el inicio de las tomas como la retirada han de hacerse de manera progresiva y no bruscamente.
Cuidados a tener con la melatonina
Del mismo modo que se acumula evidencia sobre el uso de la melatonina, no solo para dormir, hay otros estudios que han descartado su prescripción para cuadros sobre los que no tiene efecto. Tal es el caso de la depresión, la menopausia, el síndrome de intestino irritable y la fibromialgia.
Así mismo, hay efectos adversos que deben considerarse, entre los que se encuentran los siguientes:
- Mareos.
- Náuseas.
- Irritabilidad.
- Hipotensión arterial.
Una vez tomadas las precauciones, si se padece insomnio, es prudente evaluar el uso de melatonina para dormir. Se deberá planificar una rutina de higiene de sueño y considerar la dosis, que seguramente oscilará entre 3 y 5 miligramos cada noche. Si se cumplen los protocolos, en 4 semanas será posible retirar el fármaco.
