¿Sabías que hay una proteína en tu sangre que puede predecir problemas del corazón años antes de que aparezcan síntomas? No, no es el colesterol ni la presión arterial (que también importan), sino una proteína llamada fibrinógeno.
Y aquí viene un dato importante: estudios científicos muestran que las personas con niveles altos de fibrinógeno tienen hasta 2 veces más riesgo de infarto. Sin embargo, casi nadie la revisa en los análisis de rutina.
¿Por Qué Tu Médico No Te Habla del Fibrinógeno?
El fibrinógeno es esencial para que tu sangre coagule cuando te cortas, pero cuando está elevado de forma crónica:
Engrosa tu sangre, como si fuera miel en lugar de agua, lo que hace que tu corazón trabaje más duro.
Favorece la formación de coágulos incluso en arterias que parecen estar sanas.
Es un indicador de inflamación silenciosa, esa que no duele pero daña tus vasos sanguíneos poco a poco.
Por ejemplo, un estudio con más de 14,000 personas mostró que quienes tenían fibrinógeno alto tenían más del doble de riesgo de sufrir un infarto, incluso si su colesterol era normal.
¿Cómo Saber Si Tienes el Fibrinógeno Alto?
No hay síntomas directos, pero debes prestar atención si:
- ✔️ Tienes antecedentes familiares de trombosis o accidentes cerebrovasculares.
- ✔️ Sangras con facilidad o te salen moretones sin razón.
- ✔️ Sientes fatiga sin explicación (la sangre más espesa transporta menos oxígeno).
La buena noticia es que sí se puede bajar.
Cómo Reducir el Fibrinógeno de Forma Natural (Con Ciencia)
Nattokinasa: Una enzima que viene del natto, un alimento japonés hecho de soja fermentada. Esta enzima ayuda a disolver la fibrina, que es la “red” que forman los coágulos. Estudios muestran que tomar 2,000 FU al día puede reducir el fibrinógeno un 12% en 2 meses.
Omega-3 de pescado azul: Tomar 1 gramo al día ayuda a bajar la inflamación que eleva el fibrinógeno.
Evita estos alimentos que aumentan la inflamación y el fibrinógeno:
Azúcar refinada
Harinas blancas
Carnes procesadas
¿Deberías Medir tu Fibrinógeno?
Sí, especialmente si:
Tienes más de 40 años.
Fumas o consumes alcohol regularmente.
Tu familia tiene antecedentes de problemas cardiovasculares antes de los 60 años.
En algunas clínicas ya se usan análisis avanzados que no solo miden cuánto fibrinógeno tienes, sino también qué tan “activo” está, porque no es lo mismo tener mucho que tenerlo hiperactivo.
En resumen:
El fibrinógeno es un marcador poderoso que puede ayudarte a prevenir problemas del corazón antes de que sea demasiado tarde. Habla con tu médico para incluirlo en tus análisis si tienes factores de riesgo, y considera cambios en tu dieta y estilo de vida para mantenerlo bajo control. ¡Tu corazón te lo agradecerá!
¿Quieres que te ayude a armar un plan para bajar tu fibrinógeno o a encontrar un laboratorio que lo mida? ¡Pregúntame!