Los síntomas de la testosterona baja y sus riesgos para la salud

¿Existen síntomas de testosterona baja que puedan detectarse a tiempo para evitar complicaciones? Aunque resulta esperable que los niveles de la hormona desciendan conforme pasan los años, una disminución por debajo de los niveles considerados deficientes atrae consecuencias graves para la salud, tanto masculina como femenina.

El descenso de esta sustancia, aunque predominante entre los varones, no deja exenta a las mujeres. Si bien los parámetros son diferentes, se considera que es necesaria en ambos sexos para el correcto desempeño de las funciones sexuales, para la formación de tejido muscular y para la regulación de los estados de ánimo.

Entre los varones se habla de andropausia cuando los síntomas de la testosterona baja aparecen a edades avanzadas, pero entre las mujeres es más frecuente que, de fondo, estemos ante la presencia de la enfermedad de Addison. Esta patología se caracteriza por una actividad deficiente de las glándulas suprarrenales.

¿Cuáles son los síntomas de la testosterona baja?

Con base en las funciones de la hormona dentro del organismo, podemos intuir cuáles serían los síntomas de la testosterona baja, tanto en hombres como en mujeres. Si bien entre los primeros aparecerían signos más evidentes y tempranos, no hay que descuidar la sutileza del cuadro clínico en el sexo femenino.

Quizás lo más notorio sea el descenso del apetito sexual o la falta de libido. Esto es un punto controversial en la literatura científica, ya que a veces se atañe el signo al envejecimiento, el que suele acompañarse de menor actividad vinculada al sexo. De todas maneras, si la testosterona desciende, en el plano físico los varones ven dificultadas sus erecciones.

Entre los aspectos bioquímicos, cabe destacar que los espermatozoides se encuentran en menor cantidad en estas personas y eso se puede medir. Más allá del diagnóstico a través de un examen de sangre de la hormona, el espermograma resulta un apoyo fundamental para corroborar el trastorno.

Otro de los síntomas de la testosterona baja se manifiesta con los cambios en la composición corporal. Esto vale tanto para varones como para mujeres. La sustancia juega un rol clave en la formación de tejido muscular, así como en la acumulación de lípidos, por lo que su descenso conlleva sarcopenia (disminución del volumen de los músculos) y aumento de la grasa.

El estado de ánimo se ve influenciado por las variaciones hormonales. Esto no es un síntoma propio de la testosterona baja, pero en personas con desbalances de los ejes de las hormonas, incluidos los estrógenos y la progesterona, la depresión es más frecuente.

Masa muscular por testosterona.
La testosterona influye en el tejido muscular y óseo, sobre todo en los varones.

Riesgos para la salud de la testosterona baja

Los síntomas de la testosterona baja son la capa superficial del problema. En profundo, los cambios metabólicos que se suceden cuando el trastorno permanece a lo largo del tiempo son de gravedad. Verdaderas patologías crónicas pueden manifestarse a consecuencia de algo que comenzó como un descenso leve del nivel hormonal.

El riesgo de lesiones musculares y óseas es mayor en estos pacientes. Los músculos con bajo tono y fuerza disminuida no contienen los traumatismos y hasta pueden dañarse frente a actividades que, de manera regular, no deberían concurrir en desgarros, distensiones ni hematomas.

Si el problema no está asociado a la andropausia, sino que se diagnostica la testosterona baja en hombres jóvenes, menores de 40 años, la fertilidad se ve afectada. Al haber menos espermatozoides, la posibilidad de una fecundación se reduce. A esto debemos añadir el hecho de que la libido es mínima y la frecuencia de relaciones sexuales disminuye.

Hay anemias dependientes de los niveles bajos de testosterona, aunque sea una causa marginal. En estos pacientes es común que la analítica bioquímica revele baja densidad de glóbulos rojos. Esto es porque la eritropoyesis (el proceso de formación de los hematíes) necesita de la hormona para completarse.

Algunos estudios científicos analizaron la implementación de suplementos con la sustancia de manera artificial en varones mayores de 65 años anémicos. Los resultados fueron prometedores en el mediano plazo, con la mejora de las condiciones patológicas.

¿Cómo llegar al diagnóstico tras la sospecha de síntomas de testosterona baja?

Una vez que se estableció la sospecha de testosterona baja por los síntomas y se determinó que hay riesgo de complicaciones futuras, lo ideal es corroborar el diagnóstico. Para ello se realizan análisis sanguíneos que miden la concentración de la hormona.

Los valores normales y esperables en los varones oscilan entre 300 y 1000 nanogramos por decilitro. Hay algunas variaciones que cada laboratorio informa, pero se considera que menos de 300 ng/dL es suficiente para la determinación inicial. La misma debe confirmarse luego con otro análisis, preferiblemente en ayunas.

En la actualidad se suelen solicitar dos valores en cada una de estas mediciones: la testosterona total y la libre. La primera es una mezcla entre la hormona que circula unida a proteínas (albúmina y SHBG) y la libre. Por otro lado, la segunda es más específica y tiene una validez importante en el marco de enfermedades como la anemia y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

Medición hormonal de testosterona baja.
La hormona testosterona puede medirse en la sangre a través de análisis simples y seguros.

¿Se puede tratar el problema?

Por fortuna, hay abordajes para los síntomas de la testosterona baja. La más empleada es la terapia de reemplazo de testosterona o TRT. Consiste en la administración de una forma artificial de la hormona mediante una vía que es variable. Se emplea parenteral (intramuscular o intravenosa), con un implante subdérmico, con un parche transdérmico o con geles.

Mientras dura el abordaje el seguimiento es estricto, ya que se intentan minimizar los posibles efectos secundarios derivados del uso de la sustancia. Los pacientes que más deben someterse a las valoraciones continuas son aquellos que han tenido cáncer de próstata o poseen antecedentes familiares directos de la patología oncológica.

De todas maneras, los estudios sobre las reacciones adversas de la TRT no son contundentes. Las medidas que se toman son por precaución. Tanto es así que los varones mayores de 50 años con problemas cardiovasculares también requieren un seguimiento más estricto por parte de los profesionales tratantes.

Los beneficios de la TRT sobre los síntomas de la testosterona baja aparecen en 3 campos primordiales:

  • Función sexual: aumenta la libido y corrige problemas de disfunción eréctil.
  • Estado de ánimo: combate signos depresivos y mejora el carácter cuando este se encuentra lábil o irritable.
  • Densidad ósea y muscular: el tejido de los huesos y de los músculos aumenta de tamaño e incrementa su conformación interna.

Prevenir los riesgos con una detección precoz

Los síntomas y los riesgos para la salud de la testosterona baja pueden pasar desapercibidos. Esto es un problema para muchas personas, varones y mujeres, que viven sin tener en cuenta que sus glóbulos rojos son menos, que su tejido muscular se deteriora y que padecen una vida sexual de frustraciones por libido inadecuada.

Si existen sospechas de una baja hormonal, la indicación inicial es realizar un examen de sangre y medir la concentración de la sustancia en el torrente sanguíneo. A partir de allí es posible planificar un abordaje con el método de aplicación de TRT que mejor se adapte al paciente.

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