Realizarse un test de micotoxinas podría servir para detectar la presencia de estas sustancias en el cuerpo a tiempo, antes de que ejerzan sus acciones negativas en el metabolismo y en los tejidos. Como su nombre lo indica y como explicaremos más adelante, la capacidad tóxica se asocia a perjuicios, patologías concretas y síntomas inespecíficos que alteran la calidad de vida.
En ciertos casos es dificultosa la sospecha de una intoxicación de este tipo. Más allá de los signos que puede detectar un profesional de la salud, existen otras características menos puntuales, como la fatiga crónica, que solo el paciente que la padece es capaz de describir con precisión.
Por ello cobraron importancia los test de micotoxinas en la orina que pueden adquirirse y realizarse en el hogar para luego recibir los resultados. En Long Life Clinic se cuenta con estos kits rápidos que brindan resultados en poco tiempo y que resultan intuitivos de emplear, asegurando sensibilidad y eficacia en los reportes finales, los que se informan con detalles de concentraciones muy precisas.
¿Qué son las micotoxinas?
El test de micotoxinas es capaz de medir estas sustancias en la orina de las personas, a través de reactivos químicos. En realidad, lo que se están midiendo son los metabolitos de los tóxicos dañinos que, al ser procesados, están siendo desechados por el sistema renal.
Las micotoxinas son producidas por los mohos, por lo que cobran especial relevancia en el entorno de los alimentos. Tanto en la producción como en el almacenamiento, es posible que los hongos crezcan y desarrollen las sustancias de manera natural para ellos. El problema sobreviene con la ingesta en los humanos.
También está la posibilidad de que la leche de los animales que se emplean para consumo se contamine. Cuando el ganado ingiere los mohos y las micotoxinas en su alimento, luego habrá presencia de alguna de ellas en los lácteos.
No resulta fácil el tratamiento de los alimentos para prevenir o eliminar las sustancias tóxicas. Tienden a tener una estabilidad química que las hace resistentes.
De todas maneras, hay dos vías de efectos en los seres humanos. Una de ellas es rápida y suele desencadenar gastroenteritis agudas tras la ingesta. La otra vía es a largo plazo y consiste en la acumulación en las células de los metabolitos dañinos, lo que se asociaría a enfermedades crónicas y hasta cáncer.
¿Qué detecta el test de micotoxinas?
El test de micotoxinas que proporciona Long Life Clinic es el de la empresa RealTimeLab y resulta muy completo. Mediante el kit es posible medir la concentración de 16 sustancias tóxicas producidas por mohos. Los resultados se informan con concentraciones y con el rango aceptable para su detección, denotando si hay un exceso.
La ocratoxina A es una de las evaluadas. Se trata de la micotoxina que con mayor frecuencia contamina alimentos y la producen las especies Aspergillus y Penicillium. Por desgracia, su presencia se asocia a daño renal y a malformaciones fetales.
También se detecta zearalenona o micotoxina F2. Aunque menos conocida que las demás, se encuentra entre las que provienen de los hongos Fusarium. Tienen alta prevalencia entre los cereales y sus efectos en el cuerpo humano poseen un componente alérgico. Hay pacientes con dermatitis y reacciones dermatológicas que aparecen a consecuencia de la sustancia. Por otro lado, algunas investigaciones han planteado que sería capaz de alterar los ejes hormonales, produciendo infertilidad.
El test de micotoxinas mide aflatoxinas; quizás las que más conocimiento popular tienen. Las producen los mohos Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus en cereales, semillas, especias y hasta la leche del ganado. De forma resumida, podemos decir que son 4 las relevantes y medidas por el kit:
- B1: esta aflatoxina puede generar mutaciones que lleven al cáncer, sobre todo de hígado, riñón y pulmones.
- B2: también es carcinógena, aunque en menor medida.
- G1: con capacidad de generar mutación, casi al nivel de la B1.
- Gliotoxina: esta toxina podría suprimir el sistema inmune y disminuir su capacidad de respuesta. Esto se traduce en mayores infecciones y en una disminución de la capacidad que tiene el organismo para detectar errores y repararlos a tiempo.
El caso especial de los tricotecenos
El test de micotoxinas en la orina también detecta tricotecenos. Este grupo es variado y se han llegado a contabilizar hasta 170 diferentes. El moho más reconocido detrás de su producción es el Stachybotrys chartarum.
La capacidad de acción negativa es bastante rápida en este caso y por eso resulta llamativo. En las formas de toxicidad aguda sobreviene una dermatitis del tipo alérgica con afectación de la mucosa del intestino, lo que puede derivar en diarrea. A largo plazo hay inmunodepresión.
La circulación de aire en los hogares y en las fábricas de alimentos, así como en los depósitos, es clave para prevenir la formación de este moho y sus toxinas denominadas G, H y F. Desde hace décadas se reconoce su presencia como trastorno laboral y como material de estudio para mejorar la arquitectura en vistas a proteger la salud.
El test de micotoxinas permite detectar un daño crónico a futuro
Si bien se han establecido límites máximos de presencia de micotoxinas en los alimentos, el problema de la acumulación de las mismas es grave. Al considerar que los procesos tumorales pueden vincularse a su acción metabólica, no resulta despreciable prestar atención.
Por ello, el test de micotoxinas es una herramienta diagnóstica que se encuentra disponible cada vez con más accesibilidad para la población. Una concentración elevada en la orina obliga a buscar el desarrollo incipiente de patologías y a revisar los protocolos dietéticos puestos en marcha hasta ese momento.
A pesar de las legislaciones, los alimentos siguen siendo susceptibles de contaminación y estamos expuestos. Este sencillo kit de uso intuitivo y en el hogar brinda información rápida y certera para actuar.