En Long Life Clinic nos especializamos en el reemplazo de hormonas con terapia natural, es decir, con sustancias bioidénticas. Tenemos una larga trayectoria en esta modalidad terapéutica con una alta tasa de éxito.
La terapia de reemplazo con testosterona está disponible en varias formas y todas pueden mejorar los niveles de la hormona en los pacientes.
¿Qué es la Testosterona y para qué sirve?
La testosterona es la hormona responsable del desarrollo de las características sexuales masculinas. Las mujeres también producen testosterona, AUNQUE en cantidades más pequeñas.
En sí, la sustancia es un tipo de andrógeno producida por los testículos en unas células llamadas “células de Leydig”. En los varones, la testosterona regula una serie de funciones, junto con la producción de esperma, que incluye a las siguientes:
Deseo sexual
Formación de masa ósea
Fuerza y desarollo muscular
Producción de células de la serie roja en la sangre
Distribución de la grasa corporal.
Lógicamente, sin una adecuada cantidad de testosterona, el hombre será infértil. Esto es porque el esperma la necesita para madurar.
La testosterona juega un papel clave en el desarrollo de los tejidos reproductivos masculinos, como los testículos y la próstata. Además de promover las características sexuales secundarias, como el aumento de la masa muscular y ósea, y el crecimiento del vello corporal.
Como interviene en la formación de tejido óseo, puede prevenir la osteoporosis. Los niveles insuficientes de testosterona en los hombres provocan fragilidad de los huesos.
Se ha demostrado que mantener niveles normales de testosterona en hombres de edad avanzada mejora muchos parámetros que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La hormona promueve más masa corporal magra, reduce el colesterol total y ayuda a controlar el azúcar.
¿Cómo actuá la testosterona?
Los efectos de la testosterona en humanos ocurren a través de múltiples mecanismos:
• Por activación del receptor de andrógenos.
• Por conversión a estradiol y activación de receptores de estrógeno.
• Por activación de receptores de andrógenos de membrana.
La testosterona libre (T) se transporta al interior de las células de los tejidos, donde puede unirse a receptores o convertirse a 5α-dihidrotestosterona (DHT). La DHT se une al mismo receptor, pero con más fuerza que la testosterona libre, de modo que su potencia androgénica es 5 veces mayor.
El receptor sufre un cambio estructural que le permite moverse hacia el núcleo celular y unirse al ADN. Esto modifica la actividad genética y produce los efectos típicos de los andrógenos.
Hay receptores de andrógenos en variados tejidos. Por eso los cambios puberales suceden en diversas estructuras y marcan parte de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
Niveles de testosterona en los hombres
Los niveles de testosterona fuera de la normal son más comunes a la baja. Esto ocurre porque el punto más alto de testosterona de un hombre alcanza su pico alrededor de los 20 años. Luego disminuye con la edad.
Se ha sugerido que una disminución del 1 % por año en el nivel de testosterona es esperable para hombres de mediana edad (30 a 50 años). Si bien esta disminución puede no ser perceptible en algunos, otros experimentan cambios significativos, sobre todo a partir de los 60 años.
Por otro lado, los niveles más altos de testosterona están asociados con los períodos de actividad sexual. La testosterona también aumenta en hombres heterosexuales después de tener una breve conversación con una mujer. Los varones que ven una película sexualmente explícita tienen un aumento promedio del 35 % en la testosterona, con un máximo de concentración que aparece de 60 a 90 minutos después del final de la película. Estos incrementos suelen relacionarse con una menor tasa de agotamiento y más motivación para realizar diversas tareas.
Niveles de testosterona en las mujeres
Los andrógenos pueden modular la fisiología del tejido vaginal y contribuir a la excitación sexual genital de las mujeres. El nivel de testosterona en ellas es más alto cuando se mide antes del coito y después del mismo.
Si se administra testosterona a una mujer, los cambios fisiológicos sobre la excitación genital no aparecerán de inmediato. Además, se ha comprobado que la excitación alcanza un pico insuperable con determinadas dosis, lo que significa que hay un “techo” de acción de la hormona en el cuerpo femenino, a partir de un umbral que ya no se modifica con más concentración de la sustancia.
La testosterona en las mujeres es afectada por el consumo de anticonceptivos hormonales.
