Los tratamientos de complejos vitamínicos se emplean como terapias complementarias para el resguardo integral de la salud. En casos puntuales, ayudan al desarrollo correcto y a cuidar de los efectos del paso del tiempo. Una de las vitaminas más empleadas es, sin duda alguna, la vitamina B12.
La vitamina B12 tiene un papel fundamental en el cuerpo humano, ya que está ligada al sistema nervioso, así como puede afectar el metabolismo. Algunas personas, sin embargo, se abstienen de su consumo debido a que existe la creencia popular a que estimula rápidas subidas de peso.
¿Por qué el cuerpo necesita vitamina B12?
La vitamina B12 es también llamada cianocobalamina. El cuerpo no es capaz de producirla por sí solo, por lo que es importante que ingrese con los alimentos, los suplementos dietéticos orales o los tratamientos inyectables. Dentro del cuerpo, participa en muchos procesos vitales, ayuda a mantener las células nerviosas sanas y es esencial para la formación de los glóbulos rojos.
Los valores sanguíneos de vitamina B12 deben controlarse si existen problemas crónicos o si no siempre se ha seguido un estilo de vida correcto y saludable. Los niveles bajos causan reducción en la formación de células, sobre todo glóbulos rojos, lo que conlleva aparición de anemia. A mediano plazo, este trastorno se expresa con fatiga, cansancio y pérdida de fuerzas.
Además, la deficiencia de este nutriente es uno de los factores que contribuye al aumento de los niveles de homocisteína, lo cual se considera en la actualidad un factor de riesgo cardiovascular importante. Si a esto sumamos su influencia en los procesos cognitivos y en la formación del tejido óseo, entenderemos que su carencia es grave.
Para la embarazada la relevancia no es menor. Ayuda a evitar el nacimiento prematuro del bebé y los defectos congénitos, ya que el cerebro fetal se desarrolla de forma correcta si los niveles de vitamina B12 de la madre son adecuados. La deficiencia al comienzo del embarazo aumenta el riesgo de defectos del tubo neural.
¿Por qué se cree que engorda?
La verdad es que el consumo o las inyecciones de vitamina B12 no estimulan la pérdida ni la ganancia de peso, en concreto en pacientes sanos. Sin embargo, en quienes sufren anemia, esta vitamina ayuda a energizar el cuerpo y mejorar el apetito.
Esto no significa que el apetito se desborde y la persona coma de más. En realidad, lo que sucede es una estabilización entre el hambre y el consumo energético, que derivará en una recuperación del índice de masa corporal deseado, ni más ni menos.
Si una persona con un peso normal desea fortalecer su salud integral, no correrá el peligro de subir de peso de manera acelerada. Al contrario, la vitamina B12 puede aportar energía para realizar ejercicio o practicar deportes, además de que acelera su sistema metabólico, lo cual puede complementarse, idealmente, con una terapia intravenosa de vitamina C.
Alimentos donde se puede encontrar
Según National Institutes of Health, la vitamina B12 no está presente en el cuerpo de forma espontánea; se tiene que introducir, y el método principal es a través de la dieta. La carne, el pescado, la leche y los huevos son los principales alimentos que la contienen. Por supuesto, productos como el queso y otros lácteos también son útiles.
Por lo general, se necesitan alrededor de 2 microgramos al día para satisfacer las demandas. También pueden duplicarse cuando se está esperando un bebé, porque se tiene que transmitir al hijo esa carga.
La primera acción a tomar es hablar con el médico si se trata de una gestante. Además de los suplementos, hay que tener en cuenta que después del cuarto mes de lactancia, la cantidad de B12 transmitida al hijo disminuye y, por lo tanto, hay que asegurar la presencia a través de otros alimentos.
En general, si por alguna razón no se comen los alimentos adecuados, es útil emplear suplementos para evitar el riesgo de terminar con los suministros que el cuerpo ha guardado de esta vitamina. Sabemos que la vitamina B12 llega en exceso al organismo, el hígado la almacena y la mantiene lista para ser liberada cuando el nivel desciende demasiado.
Entre los alimentos que más contienen esta proteína encontramos al hígado, la marisquería, los cereales fortificados, el atún, la carne de res, el bacalao, las sardinas, el salmón y el cerdo. Los quesos maduros, como el parmesano, también son buenos aportante, así como el yogur y las algas espirulinas.
¿Por qué prevenir deficiencias de vitamina B12?
El déficit de vitamina B12 es una causa de anemia, una afección caracterizada por glóbulos rojos más grandes de lo normal con una mayor relación con el núcleo citoplasmático. Además, desde un punto de vista general, una carencia real del nutriente no es particularmente frecuente, pero se detecta más fácil en sujetos que por alguna razón presentan problemas de absorción, como por ejemplo:
- En pacientes ancianos con una producción insuficiente de ácido clorhídrico en el estómago.
- Pacientes tratados por gastritis y problemas similares, en los que la producción de ácidos gástricos se ve reducida por los fármacos.
- Personas con anemia perniciosa, cuyo organismo no produce el factor intrínseco necesario para la absorción de la vitamina B12 y que, por lo tanto, requieren altas dosis a través de suplementos orales o inyecciones periódicas.
- Sujetos con trastornos gastrointestinales como la enfermedad celíaca, o vegetarianos y veganos.
Una deficiencia prolongada puede dañar el sistema nervioso, incluso en personas que no experimentan anemia, por lo que es importante intervenir lo antes posible. Por otra parte, en los bebés se presentan retrasos del crecimiento.