Hidroxicloroquina y su utilidad para el tratamiento del coronavirus

El uso de la hidroxicloroquina para el tratamiento del coronavirus ha estado sobre la mesa desde el inicio de la pandemia por SARS-CoV-2 que comenzó en diciembre de 2019. Al tratarse de un fármaco ya disponible, relativamente barato y accesible, surgió la posibilidad de emplearlo como primera línea en determinados pacientes.

De todas maneras, sus protocolos de aplicación no han estado exentos de discusiones y de debates científicos. Lo cierto es que, a día de hoy, las investigaciones multicéntricas se han multiplicado y existen más elementos para considerarlo como terapia.

¿Qué es la hidroxicloroquina?

La hidroxicloroquina se empezó a utilizar para el tratamiento del coronavirus porque lleva tiempo en el mercado como fármaco para otros usos. El desarrollo de la tecnología médica elaboró este medicamento, en un principio, para las siguientes patologías:

  • Malaria: esta enfermedad vectorizada por mosquitos es una epidemia casi constante del continente africano. A causa de los viajes y la globalización se ha extendido a otros países. El parásito causante de la malaria afecta la hemoglobina humana, por lo que la hidroxicloroquina tiene la función de detener ese proceso de degradación.
  • Trastornos autoinmunes: tanto para la artritis reumatoidea como para el lupus eritematoso sistémico, la hidroxicloroquina resultó de utilidad. Cumple un rol clave en detener el transporte de las células del sistema inmune hasta los tejidos que dañan por atacarlos como agentes externos. De esta manera, el fármaco enlentece la llegada de glóbulos blancos a las articulaciones y la piel, regulando el efecto agudo de los síntomas de estas enfermedades.

Una de las cuestiones más importantes que se plantearon frente al uso de la hidroxicloroquina para el tratamiento del coronavirus, fueron los efectos adversos. La composición química del medicamento se asocia a reacciones no deseadas que pueden revestir gravedad.

La más relevante es la afectación ocular. La retina y la córnea se alteran por efecto de la hidroxicloroquina, apareciendo escotomas o áreas sin visión que reducen el campo de observación de los pacientes. Del mismo modo, se acompaña el efecto adverso de inflamación de la córnea con fotofobia.

Imagen del coronavirus SARS-CoV-2
El virus SARS-CoV-2 desarrolla la pandemia actual de coronavirus desde diciembre de 2019.

¿Por qué se pensó en la hidroxicloroquina como tratamiento para el coronavirus?

La infección por SARS-CoV-2 no tiene una cura específica. Al tratarse de un problema viral, los antibióticos no son efectivos y la mayoría de los antirretrovirales no poseen actividad puntual frente a esta variedad de coronavirus.

Los pacientes que evolucionan hacia formas graves, con compromiso respiratorio y necesidad de respiradores artificiales, son sostenidos en sus signos vitales mediante hidratación endovenosa y fármacos cardiotónicos. Se espera que el cuerpo desarrolle la inmunidad y los mecanismos suficientes para soportar la inflamación.

Entre los antirretrovirales evaluados en los ensayos clínicos, una opción ha sido la combinación de lopinavir y ritonavir, mientras que otra fue el remdesivir. Los primeros provienen de la terapéutica contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y, como ya se habían empleado en las epidemias anteriores de coronavirus (como el síndrome agudo respiratorio severo), se esperaba una acción efectiva.

De todas maneras, las combinaciones de lopinavir con ritonavir no obtuvieron las mejorías positivas que se esperaban. El remdesevir, por su parte, es un antirretroviral con mayor potencia y menos efectos adversos, pero solo puede aplicarse por vías endovenosas, sin la posibilidad de indicar usos orales de los comprimidos.

Así llegamos a la hidroxicloroquina. Como el fármaco es antiinflamatorio, se evaluó su efectividad en la reducción de la inflamación pulmonar que sucede en los casos severos de SARS-CoV-2. De este modo, mejoraría el pronóstico en terapia intensiva.

¿Qué sabemos de la utilidad de la hidroxicloroquina para el tratamiento del coronavirus?

Según la información de meta-análisis sobre la utilidad del uso de hidroxicloroquina para el tratamiento del coronavirus, podemos decir que la evidencia disponible debe adaptarse a cada situación clínica particular. Los estudios científicos realizados hasta el momento han sido limitados en cantidad de participantes y, mientras unos demostraron reducción de la carga viral, otros no arrojaron beneficios en la evolución de los pacientes.

Respecto a los ensayos publicados, se coincide en la reducción de la carga viral al emplear hidroxicloroquina frente al SARS-CoV-2. Según resultados, el uso de 400 miligramos diarios por 5 jornadas logró que la serología sea negativa al final del protocolo.

El problema de los efectos adversos no es menor. La reacción más temida es la que se produce sobre el ritmo cardíaco y el sistema eléctrico del corazón, con la generación de arritmias. La mayoría de las notificaciones sobre este trastorno aparecieron en pacientes tratados con hidroxicloroquina más azitromicina.

Mujer en terapia intensiva por coronavirus
Las evaluaciones de uso de la hidroxicloroquina se han centrado en pacientes graves infectados por coronavirus.

¿Qué posición tomar frente a este fármaco en la actual pandemia?

Es importante recalcar que la utilización de hidroxicloroquina para el tratamiento del coronavirus depende, en gran medida, del contexto particular y clínico de cada paciente. No es un medicamento indicado para la prevención de la infección ni para casos leves.

Las evaluaciones se han realizado en individuos con casos graves con necesidad de terapia intensiva por sus complicaciones pulmonares. El cuadro más representativo es el distrés respiratorio por la acumulación de líquido y sustancias inflamatorias en los alvéolos.

Muchos países tienen en curso protocolos de enrolamiento para los meta-análisis que se siguen realizando en la evaluación del fármaco. Son los equipos tratantes de cada hospital y clínica quienes definen qué pacientes son susceptibles de ingresar a este abordaje y quiénes no.

La pandemia aún se halla en desarrollo y los resultados se siguen recopilando. Hasta el momento, el planteo más aceptado es que se deben combinar fórmulas químicas adaptadas a cada caso, de manera que no se focalice la espera de los buenos resultados en un solo fármaco.

Author

Related Posts